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Rodando en un circo

Había un tema que surgía en toda charla, una forma distinta de trabajar, que te brinda la posibilidad de continuar viajando, conociendo gente, destinos, y además, pagan en efectivo. 

El circo arma y desarma sus escenarios todos los fines de semana recorriendo las principales ciudades costeras. Ofrecen trabajo a tiempo parcial, te permiten vivir y viajar con ellos compartiendo el día a día. Siempre me sonó a mito, hasta que por fin lo encontré.

Cómo llegó es otra historia, la cosa es que debo presentarme y estoy nervioso. Por suerte Juli, compañera de camping, siempre segunda y con actitud positiva, se ofrece a acompañarme en mi primer encuentro, una especie de entrevista informal. Además, va con intenciones de sumarse a la aventura.

Nathan es el jefe, un flaco de más o menos 40 años, súper buena onda, apenas entiendo lo que dice, pero a todas nuestras solicitudes nos responde con un SÍ, y nos invita a plantar campamento con ellos ese mismo día. 

Todo parece tan irreal.

Todo sucede muy rápido, es viernes, primer día del circo en Broome, me dan una chomba y una riñonera. 

  • Nathan: ¿Sos bueno con las matemáticas? (Mientras me muestra monedas)
  • Yo: Me defiendo. Aunque no las conozco

Una a una me enseña su valor. Toma una pelota de basket y me invita a seguirlo. Caminamos entre casas rodantes, sogas, estacas, autitos chocadores, carpas, niños corriendo, todo es un divague. No puedo disimular mi alegría saludando a toda persona que veo con la indumentaria del circo.

Llegamos hasta un juego con un aro de basket. Apoyando la pelota en mi pecho me dice: Easy; Five shots for ten dollars. Two shots for five dollars. Asiento con la cabeza y sigo su explicación. Embocando los 5 tiros, se gana un peluche gigante, con 4 uno grande, 3 una pelota inflable, 2 un sapo inflable y con solo 1, un premio consuelo. 

Aprendiendo English a cara rota.

Le llaman circo, aunque es más una especie de kermes, no cuenta con artistas ni shows. Nos trasladamos en la semana, miércoles y jueves se utilizan para el armado, abrimos al público viernes y sábado, terminando de desarmar y comenzar nuevamente el viaje el domingo. 

Todo se traslada en camiones gigantes, el más espectacular es el de los autitos chocadores, una especie de transformer que despliega sus alas hasta armar la pista entera. A este tipo le llaman road train, formado por vagones acoplados al estilo de un tren, muy comunes en Australia. 

Road Train

Sus casas son rodantes, algunas equipadas con lavarropas para proveernos la indumentaria con olorcito a perfume. Mientras pasan los días voy pegando confianza y conociendo su estilo de vida, los más antiguos forman parte del clan, casi toda la familia está involucrada y viene de generación en generación, el resto somos pasajeros en busca de algo diferente. El ambiente es súper servicial, todos te brindan una mano y están atentos a que la estadía sea agradable.

El primer día pude aprender a desenvolverme en mi nuevo oficio desafiando a todo aquel que pasara frente a mí. Resulté ser un gran vendedor, y es cautivador contemplar el entusiasmo de los chicos al recibir su premio. Los mayores venían confiados, y contra mi prejuicio, resultaba muy difícil que alguno logre el premio mayor. 

En ocasiones pruebo mi suerte realizando algunos tiros, nunca fui bueno, pero aquí era pésimo. Un flaco del staff, se acerca y me invita a posicionarse en diagonal al aro, y que lo vuelva a intentar. ¡Gol! Con cara de picardía me enseña el truco: el aro es un óvalo. Todo me recuerda al capítulo de Los Simpsons en la feria.

Trabajamos, y nos divertimos.

El domingo se cierra el show con fuegos artificiales, unos 30 minutos a puras luces y estruendos. Resulta extraño cómo convive con su cuidado por la naturaleza, aunque con el correr del tiempo me voy percatando de muchas contradicciones que tienen en su sociedad. 

La parte pesada del trabajo se presenta en el desarme, 100% corporal, en ocasiones me veo cargando al hombro caños de 7 metros, cajones de madera enormes, y miles de vallas que parecen reproducirse en un ir y volver. La motivación es el dinero, los U$D18 la hora actúan de analgésico ante los dolores musculares. 

Los traslados resultan divertidos, hemos viajado en sitios muy extraños, desde la expendedora de tickets hasta camiones con camas de dos plazas en su parte trasera. Todo resulta novedoso, somos dos niños descubriendo un nuevo mundo. 

Todo resulta novedoso, y no lo escondemos.

La comunicación me está jugando una mala pasada, me siento un analfabeta, o peor aún, me piden cosas y luego de varios intentos logro acertar. Le meto todo el esmero, sin embargo es frustrante. En una ocasión, siendo copiloto de un chofer muy callado, se me da por comer una banana, al primer mordisco comenzó con una serie de regaños de los cuales no extendía una sola palabra, pero estaba claro que la fruta no era de su agrado. Me bajó la ventana, mastiqué lo más rápido que pude y me quedé quieto como una momia. Quería llorar, gritar, entender, volver a mi casa y estar con mi gente. 

Path, gruñon, pero me prestó su camión en noches frías. ¡Gracias!

Su forma de ser y relacionarse es muy diferente, la distancia entre los cuerpos, la comunicación y costumbres hacen sentir el peso de la distancia. Escasean los abrazos y las invitaciones a compartir una mesa. Muy diferente a lo que sucede con los latinos.

Su relación con el alcohol resulta chocante, todo es motivo para beber, y si no compartís, sos un bicho raro. Antes de cada partida se llena la heladera, y se recarga en cada parada. Las estaciones de servicios cuentan con heladeras gigantes con bebidas de todo tipo. 

Beber es costoso, puede ser por ello que medimos cada cerveza. En cambio, preferimos la naturaleza, conocer los pueblos, recorrer todo lo que podamos. Viajar por sus ciudades me llevó a conocer otra parte de Australia, alejado de las urbes, de los edificios, con una belleza natural sin contaminar por el paso del hombre. Es un país muy grande habitado por poca gente que aún conserva su espíritu natural.

Llevé un registro de los animales que pude observar:

  • Ballena 
  • Delfín – Broome
  • Tortuga – Karratha
  • Canguro – Perth
  • Wallaby (Canguro pequeño)
  • Manta Raya – Exmouth
  • Pulpo – Exmouth
  • Pelícano – Exmouth
  • Tiburon – Exmouth
  • Carpincho

Uno de los destinos más exóticos fue Exmouth, trabajamos pocas horas, pero ganamos mucho más que dinero. Juli estaba ansiosa por llegar, y al contemplar sus playas la entendí. Por primera vez estaba frente a un arrecife de coral, ¡Wau! venía flasheando con la naturaleza y esta fue la frutilla del postre. Hicimos snorkel en aguas cristalinas, descansamos en arenas blancas y nos dimos el lujo de cocinar frente al mar. ¡Un flash!

El viaje con el circo me dejó muchos amigos y recuerdos, la última función tuvo lugar en Perth, la gran capital de la costa oeste, una ciudad del primer mundo. El objetivo estaba cumplido, fue un viaje largo con muchos altibajos, me hice del dinero suficiente para dar el siguiente paso. 

Las ciudades me abruman, siento el llamado de la naturaleza ¿Será momento de encarar para el sudeste?

El mapa del tesoro.

Con Confianza

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